La fecha fue establecida en el año 2002 por la ley nacional 25.633, cuyo artículo 1º establece: “Institúyase el 24 de marzo como Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia en conmemoración de quienes resultaron víctimas del proceso iniciado en esa fecha del año 1976.”

Es el día en el que se conmemora a las víctimas de la última dictadura cívico militar y eclesiástica, autodenominada «Proceso de Reorganización Nacional», que usurpó el gobierno del Estado nacional desde el 24 de marzo de 1976 hasta el 10 de diciembre de 1983.

Es una fecha para conmemorar a las miles de víctimas de secuestros, torturas, violaciones y abusos sexuales, ejecuciones, exilios forzosos, robo de bienes; robo de hijos de mujeres secuestradas, ataques a las libertades civiles, políticas y sindicales; censuras y persecuciones de todo tipo.

También es una fecha para recordar y reflexionar sobre el sentido que tuvo aquella usurpación del gobierno. Se trató de un plan de alineamiento de Argentina con las políticas del liberalismo económico en el marco de la llamada “guerra fía”, que implico desregulación económica, privatización de empresas públicas, ajuste del gasto público, apertura de las importaciones a costa de la industria nacional, ataque a los sindicatos y organizaciones campesinas, entre otras medidas que buscaban asegurar la funcionalidad de nuestro país a los intereses de capitales, empresas y gobiernos extranjeros (y sus cómplices locales), establecer un tipo de sociedad conservadora y disciplinada y unas instituciones que garantizaran el logro de esos objetivos.

Argentina no fue el único país con dictaduras militares con estos fines y métodos. Esto sucedió en un contexto de dictaduras contemporáneas en Latinoamérica, coordinadas en el marco del “Plan Condor” y la “Doctrina de la seguridad nacional”.

El resultado tras ocho años de dictadura fue la pobreza de gran parte de la sociedad, la desaparición forzada de más de 30.000 personas, una guerra perdida con más de 649 argentinos muertos en Malvinas, la destrucción de la capacidad productiva nacional y el endeudamiento externo estructural altamente dañino y condicionante para nuestro país.

Hoy es necesario reflexionar ante un nuevo intento de imponer aquellas políticas por otros métodos. Desde SAPLAT instamos a consolidar la memoria colectiva, a mirar el futuro alejados de autoritarismos, a proyectar un país soberano, digno y con lugar para todas/os, a la defensa permanente del Estado de Derecho y la plena vigencia de los Derechos Humanos.

Abelardo Llosa
Presidente

Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia

Hoy se cumplen 48 años de aquel 24 de marzo de 1976, día en el que las Fuerzas Armadas junto a sectores poderosos de la sociedad civil instauraron una política de terror, a través de un golpe de Estado.

Con el argumento de la existencia de un enemigo interno, las Fuerzas Armadas instalaron alrededor de 700 centros clandestinos de detención en todo el país, emplazados en su mayoría en medio de las ciudades: cuarteles, comisarías, dependencias militares y policiales, escuelas, empresas, fincas particulares y otros sitios de paso.

La totalidad del aparato estatal estuvo al servicio del terror planificado y sistemático, institucionalizando el secuestro, la tortura y la desaparición forzada de personas. Este sistema tenía por objeto la transferencia de ingresos de las mayorías en favor de pequeños grupos plutocráticos que siguen creyendo ser los dueños exclusivos del país.

El autodenominado proceso de reorganización nacional fue una dictadura cívico militar en el que miles de personas fueron asesinadas, desaparecidas, violadas, torturadas, detenidas, exiliadas, secuestradas, incluyendo el robo de 500 bebés nacidos en cautiverio, que hoy están recuperando su identidad.

Las organizaciones de derechos humanos, los sindicatos, el movimiento estudiantil, los movimientos sociales y muchos partidos políticos hacen referencia a los 30000 desaparecidos que fueron víctimas de la última dictadura y cuya presencia en la sociedad actual se invoca en cada conmemoración al grito de 30000 detenidos – desaparecidos ¡Presentes! ¡Ahora y Siempre!

Que hoy a 48 años les invitamos como parte de la Sociedad Argentina de Planificación Territorial a trabajar con firmeza y convicción democrática para que las violaciones de derechos humanos no se repitan. “NUNCA MAS” en nuestra Patria.

Regional Cuyo – SAPLAT
Marzo 2024

Hacia un nuevo 24M

En el día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia, la SOCIEDAD ARGENTINA DE PLANIFICACIÓN TERRITORIAL como espacio de profesionales que abogan por un territorio nacional con mayor integración y equidad, reivindica a la planificación como un instrumento clave en un Estado democrático que garantice los derechos constitucionales a todos sus habitantes.

Desde aquel 24 de marzo hemos lidiado con decisiones políticas y económicas que han ido profundizando y agravando un modelo de desarrollo territorial desigual, económicamente ineficiente, socialmente injusto y ambientalmente insostenible. En nuestros territorios encontramos grandes asimetrías del desarrollo, desequilibrios socio ambientales en los sistemas urbano-rurales y económico-productivos, fragilidad de las bases económicas locales, Déficit habitacional y de movilidad en ciudades y deterioro general del ambiente, con un fuerte avance de los sectores privados sobre el interés público por el bien común.

A 40 años de la recuperación de nuestra democracia, entendemos que es posible revertir estas críticas situaciones territoriales mediante la puesta en valor de (1) un Estado Planificador que priorice los derechos constitucionales, (2) la experiencia territorial acumulada de profesionales de todo el país y (3) la generación y proliferación de procesos participativos para la toma de decisiones que garantice el cuidado de nuestra sociedad y de nuestro ambiente para nuestro presente y para el futuro de nuestras generaciones venideras.

Tantas deudas en materia territorial para con nuestra sociedad y nuestro ambiente, requiere proyectar nuestro futuro de prosperidad y equidad teniendo memoria de nuestro pasado de restricción de garantías constitucionales y saqueo económico para que NUNCA MÁS nos veamos inmersos en un Estado de muerte y pobreza para el enriquecimiento de unos pocos.

Arq. Laura Aón. Secretaria SAPLAT
Arq Sebastian Tissera  Vocal Regional Buenos Aires

Quienes hemos vivido y milagrosamente sobrevivido a una de las épocas más nefastas de la historia argentina llámese marzo del 76 no podemos dejar de preocuparnos por la situación a la que está conduciendo el gobierno actual a la sociedad argentina. Los recuerdos perduran nítidos aún sobre la situación socioeconómica pos golpe de entonces, si bien una diferencia sustancialmente favorable de época es la no participación nefasta de los militares como actores y autores de una realidad dramática conocida por todos que generó heridas profundas aún hoy no saldadas.

Es preocupante ciertos aspectos de la  situación actual que se están consolidando a semejanza de la época antes mencionada, si bien no resulta extraño que el anarcocapitalismo proponga nuevamente pero con más vehemencia como modelo de gestión, el  desmantelamiento del Estado, el “supuesto libre mercado” ignorando las corporaciones, el empobrecimiento planificado de la clase media y baja, producto de una brutal caída del poder adquisitivo, que arrancó con una devaluación de más del 120%, una inflación de más del 70% en tres meses, la brutal caída del poder adquisitivo de los salarios, la creciente desocupación, él desfinanciamiento de la salud, la educación, la ciencia la cultura, la quita de recursos a las provincias, todo esto y mucho más con el solo objeto que cierren los números, claro está con la gente afuera.

Lo mencionado anteriormente son solo unos pocos de los muchos aspectos que podríamos mencionar de decadencia y atraso en proceso actual, lo llamativo y curioso de este momento es que, a pesar de lo mostrado hasta hoy una gran cantidad de ciudadanos, más del 40% avala lo actuado y manifiesta mansamente aceptación y esperanza.

No hay duda que quienes estamos del otro lado estamos perdiendo la batalla cultural, el relato, las fake new, las redes, los troll, los medios masivos amigos conforman un exitoso sistema de adoctrinamiento, a tal punto es exitoso que gran parte de la sociedad no percibe a un gobierno que no cree en la democracia ni en las instituciones de la misma, que practica cotidianamente el fascismo, que se siente muy cómodo con el enfrentamiento, la pelea como entretenimiento para disimular el acelerado crecimiento de las necesidades básicas de la sociedad, la pregunta es hasta cuando, cuanto falta para el estallido social y el consecuente uso de la represión y sus consecuencias de la cual ya hemos tenido muestra.

Me pregunto los que estamos del otro lado como armamos la resistencia, como sostenemos lo colectivo, los que estamos notando cómo en pocos días pasamos de clase media a un cuarto con tendencia a la baja, los que no estamos en el rol de políticos ni sindicalistas ni somos parte de movimientos sociales, como participamos de esta realidad para construir otra que no tenga como objetivo un país para pocos argentinos y extranjeros seleccionados.

Las consecuencias de 24 M fueron nefastas, cambió el método, los instrumentos, pero no los objetivos con los que claramente no coincidimos, manifestemos a los cuatro vientos que este no es el camino, que la democracia como forma de gobierno con sus aciertos y deudas debe de sostenerse.

ARQ, Jorge O. Prieto
20/03/2024

DIA NACIONAL DE LA MEMORIA POR LA VERDAD Y LA JUSTICIA

Desde la Regional NEA de SAPLAT, nos adherimos a todas las conmemoraciones que realiza el pueblo argentino este 24 de marzo, en contra del negacionismo que intenta instaurar el gobierno sobre los hechos aberrerantes de violación de los derechos humanos fundamentales, realizados por la dictadura cívico militar que asoló nuestro país entre 1976-1982 y para que NUNCA MÁS en Argentina se violente la democracia como forma de gobierno.

“Argentina, dolor y esperanza”. Autora: Amanda Mayor de Piérola, madre de una de las víctimas de la Masacre de Margarita Belén. Mural del Salón de Actos UNNE Campus Resistencia, Chaco.